El señor Núñez es el dueño de las eñes.
Cultiva eñes grandes, medianas y diminutas.
Son preciosas, y riquísimas, tanto que un día decide probarlas, sin saber que eso desatará el caos… ¿Será el señor Núñez capaz de arreglar el desastre que él mismo ha creado?
Una historia tierna y sencilla que nos habla de la necesidad de cuidar las palabras, la naturaleza y las cosas, y de que siempre hay esperanza.